Enamorarse es perder
la noción del tiempo y pedir una cita el 31 de febrero. Es pretender que al
unir azul y naranja salga ese color mar que tantos
recuerdos y besos trajo consigo aquel verano. Tener el ansia viva por el
recuerdo y buscar la manera de aprender a coleccionar olores.
Enamorarse es algo
más que recodar su cara, es saber sus gestos, como mueve las manos al
expresarse o como se le arruga la nariz cuando sonríe. Son gustos compartidos o
debatidos, es un cocktail a la luz de las velas de todos los cumpleaños por
pasar juntos, de cada hoja disfrutada que pierde el calendario que comparte espacio con marcos de fotos que se tomaron mutuamente sin que el otro se diera cuenta, es
como robarle esa fracción de segundo al tiempo para que quede grabada por
siempre en una pared.
Y así, por esta regla de tres, enamorarse es aprender a
sumar y equivocarse apropósito, donde 2+2 será un 1 disfrazado de baúl de los
secretos donde solo dos cuentan con la llave. Enamorarse tiene su punto ácido,
podría asemejarse a un sorbete de limón y hierbabuena que se sirva entre comida
y comida, amargo pero sabroso, que limpia el paladar y da cabida a cosas
nuevas, a dejar la monotonía para aquel que la busque.
Por lo que estar enamorado es de afortunado, de momentos especiales, de suerte, casualidad o
causalidad, dejo espacio para calificativos varios. Aquellos que no me sigan me
explicaré un poco más, enamorarse significa dejar de lado los porqués,
olvidarte de analizar las cosas, perder el tiempo y cogerle gusto. Enamorarse
es hacer posible lo irracional y defenderlo a toda vela, porque "si
quieres puedes" y que se atrevan a llevarte contraria.
Xoxo
S-
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