Hay días largo, como aquel que a medida que pasa parece que no mereció la pena ni levantarse de la cama que tan cómoda nos mima cada mañana, y te consuelas con la simple razón de tacharlo del calendario, siempre ''esperar por'' y así no se puede, ya llegará ese día que tantos otros esperaste, ya podrás tacharlo también a este, pero mientras se hace re rogar no lo tengas presente, no pienses en él ni imagines como será. Levántate y cuando llegues a casa después de un eterno, casando o agotador día tírate al sofá, mira la ventana y cierra los ojos y porque no, pregúntate: ¿Qué hay después de esta ventana?.
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2 comentarios:
ME ENCANTÓ. No tengo más que decir, siempre estás sorprendiéndome.
Un beso enorme
Que boniiiiito! :)
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