miércoles, 14 de mayo de 2014

Bis

No es necesario que apaguen las luces para que los nervios sean los que protagonicen tu cara, pero lo hacen. Adiós luces. 

Hola focos, miles de colores que bailan y prueban las diferentes caras de la sala como si fuera una rueda de reconocimiento.

Pruebas de sonido, gritos de fondo, móviles en mano esperando captar la mejor “primera imagen” de la noche. "Pero por favor, cógeme de la mano, dudo que grabe más de 3 segundos sin que me falle el pulso"

Y empieza. Adrenalina, ganas, punto y final a la espera. 
Cantar hasta que no puedas más, saltar aunque duelan los pies, sonreírle a un escenario con la esperanza ciega de que ese estribillo a escasos metros de la guitarra vaya para ti. 
Las canciones pasan y tu pasas de mirar la hora, a cada nota que suena más ganas de que la repitan. 
-¿Me concedes este “bis"?-sería la mejor declaración de la noche,
-"adelante, los que quieras…"-
Y así son, el mejor mecanismo para reunir a desconocidos que disfrutan y sienten como si se conocieran. Por ello, yo a los conciertos los condeno, agradecidamente, culpables...


2 comentarios:

Antoni dijo...

Parece que te lo has pasado genial. Enhorabuena.
Ya comienza el verano, esperemos que este no sea el único gran día. :)

¡UN SALUDO!
http://undiariopersonalmas.blogspot.com

tu prima dijo...

Hace años que pase la edad de conciertos....y hoy me has hecho recordar lo que sentía cada vez que iba a alguno. Has conseguido llevarme de concierto de nuevo...gracias!