sábado, 30 de marzo de 2013

Underlined

Ya es la décimo quinta vez que me paseo por esta terminal de colores por techo, me ha tocado como de costumbre el carrito más indomable y menos cómodo. Es rebelde como mi pelo cada mañana, pero a cosas sin remedio como esas, pues una también se acostumbra. 
Parezco una enana conformista últimamente, pero tranquilos, solo lo hago para las cosas que "poco me importan", total dudo que a alguien de este aeropuerto o yo misma,  me preocupe mañana de que manos rozarán este ligero automóvil que uso para deslizarme en lugar de caminar. 
Pero a lo que iba, paseo arriba paseo abajo, digamos que he tenido varios flechazos tontos con pasajeros con los cuales se que jamás volveré a cruzar miradas, y supongo que ahí esta la magia, lo fugaz y poco peligroso de esta historia, estos no hacen daño, se olvidan rápido. No cuesta. No tienta. Y esto, en mí, es todo un gusto caballeros.


'' Y cuando digo alguien, hablo de ti''

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